El Hospital Clínic-IDIBAPS presenta en la Conferencia Mundial AIDS 2022 un caso excepcional de curación funcional del SIDA. Una paciente, después de la supresión del tratamiento antirretroviral, tiene un control absoluto de la replicación del VIH, mantenido durante más de 15 años, con carga viral indetectable y sin tomar medicación contra el virus.
La comunicación en el congreso la han liderado Núria Climent, investigadora del grupo Sida e infección por VIH del IDIBAPS, dirigido por Josep Mallolas; Josep M. Miró, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Clínic, jefe de grupo IDIBAPS y catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona; Juan Ambrosioni, médico de la Unidad de VIH del Hospital Clínic e investigador del grupo de Sida e Infección por VIH del IDIBAPS; y Sonsoles Sanchez-Palomino, investigadora del mismo grupo. Todos ellos son investigadores del CIBER de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC).
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es la forma más grave de la infección provocada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Gracias a los avances en el tratamiento se ha logrado cronificar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las personas infectadas.
Aunque el tratamiento antirretroviral es efectivo para suprimir la replicación viral, el VIH persiste en los reservorios y se recupera después de suspender la terapia. Sin embargo, hay pocas personas, como los controladores postratamiento, que mantienen cargas virales indetectables sin tomar medicación, siendo un modelo realista para el cuidado funcional del VIH. Otros casos de curación están relacionados con el trasplante de médula ósea o en pacientes excepcionales que tienen virus defectuosos o factores genéticos asociados con una potente respuesta inmune al VIH de un tipo de linfocito, las células T CD8+, en los llamados controladores de élite.
El estudio presentado en el Congreso AIDS 2022 describe los mecanismos inmunológicos de una mujer controladora postratamiento que confieren un control absoluto de la replicación del VIH durante más de 15 años. La paciente fue diagnosticada en el estadio de infección aguda por el VIH y fue incluida en un ensayo clínico con tratamiento antirretroviral durante 9 meses y diversas intervenciones inmunomoduladoras con la ciclosporina A, un inmunosupresor. "La paciente no tenía factores genéticos clásicos asociados con el control del VIH, no era una controladora de élite de la enfermedad y aún más, presentó una primoinfección grave, algo que no es habitual tampoco en los controladores postratamiento", señala Josep M. Miró.
Por otra parte, se ha comprobado que la paciente no está infectada por virus defectivos, es decir, su virus era viable porque pudo ser aislado y cultivado en el laboratorio. "A lo largo de estos años hemos encontrado una caída pronunciada y progresiva del número de virus en el reservorio, lo que sugiere un control por parte de la respuesta inmune", explica Sonsoles Sanchez-Palomino.
Los investigadores vieron que las células sanguíneas de la paciente eran altamente resistentes a ser infectadas por el virus del VIH en cultivos in-vitro, pero que sus linfocitos T CD4+ purificados eran susceptibles a la infección por el VIH. Esto sugiere que otras poblaciones celulares de la sangre bloqueaban la infección y podrían contribuir al control del VIH.
Mediante un ensayo de inhibición viral el estudio ha demostrado que existe una fuerte inhibición del VIH promovida por dos tipos de linfocitos: las células natural killer, que forman parte del sistema inmune innato y constituyen la primera línea de defensa frente a diferentes patógenos; y los linfocitos T CD8+, que juegan un papel clave en la defensa de las células frente a virus y bacterias. “La gran novedad del trabajo es que hemos caracterizado a las células que consiguen el control del virus”, señala Núria Climent.
De hecho, estas células son las responsables de lo que llamamos respuestas innatas y corresponden a células de memoria NK, del inglés, “Natural Killer” y linfocitos T ϒδ citotóxicos, así denominados porque son los responsables de eliminar otras células. "La paciente tiene niveles muy altos de las dos células que podrían bloquear el virus o destruir las células infectadas consiguiendo así el cuidado funcional", señala Núria Climent. “La curación funcional del VIH es un objetivo mucho más realista a mayor escala que la curación esterilizante, por eso es tan importante entender los mecanismos subyacentes”, añade Juan Ambrosioni.
"El caso presentado es excepcional, no sólo porque hay muy pocas personas con control postratamiento a largo plazo, sino también por el mecanismo de control del VIH, diferente al descrito en pacientes controladores de élite y otros casos documentados hasta ahora", explica Josep Mallolas, co-autor de la comunicación, jefe de la Unidad de VIH del Clínic, del grupo de investigación Sida e infección por VIH del IDIBAPS y profesor del Departamento de Medicina de la UB.
Este caso de curación funcional abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias potenciales de tratamiento para aumentar la actividad de las células implicadas en la respuesta innata de la paciente frente al virus.
En la comunicación en el congreso también han participado: José Alcamí, Monserrat Plana, Tania González, y Cristina Xufré, del grupo Clínic-IDIBAPS y CIBERINFEC; y Roger Paredes, Marc Noguera y Maria Casadellà, del Hospital Germans Trias y Pujol-IrsiCaixa.