Investigadores de la Universitat Politècnica de València y del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA –integrados estos últimos en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) - han diseñado una nueva aplicación web y móvil cuyo objetivo es facilitar el seguimiento, monitorizar el estado anímico y mejorar la adherencia al tratamiento de pacientes con psicosis.
La aplicación, en fase de primer prototipo, destaca por su fácil uso, de modo que la interacción requerida por parte del paciente es mínima. Recuerda al paciente la toma de medicación y le formula diversas preguntas –supervisadas por especialistas- acerca de su estado de ánimo y de los efectos de la medicación.
Por su parte, el médico puede programar todas las preguntas y ver las respuestas del paciente vía web, lo que le permite tener una visión permanentemente actualizada de su estado, adecuando el tratamiento al mismo. De este modo, contribuye a definir la posología, dosis diaria, etc. El equipo de investigadores está liderado por Ignacio Blanquer, por parte de la UPV, y el Dr. Julio Sanjuán, por el INCLIVA y por el CIBERSAM.
“Basada en Android, la aplicación recopila información de seguimiento mediante notificaciones programadas con cierta frecuencia, y las envía a una base de datos donde se almacena tanto la información recibida por el paciente como la configuración de programación de las notificaciones”, apunta Ignacio Blanquer, investigador del Instituto I3M de la Universitat Politécnica de València.
Cuatro tipo de mensajes y botón de contacto urgente
Los mensajes que recibe el paciente pueden ser de cuatro tipos: recordatorio, estados de ánimo, efectos secundarios y actitud ante la medicación.
El primero de ellos –recordatorio- avisa al paciente de que debe tomarse la medicación. “No tiene por qué coincidir con la hora de la toma y opcionalmente, se le puede preguntar si ingirió la última toma”, apunta David Arce, investigador también del I3M de la UPV.
En el mensaje de estado de ánimo, se pregunta al paciente cómo se encuentra en ese momento; y el de efectos secundarios consiste en un conjunto de preguntas para comprobar si el paciente experimenta alguna reacción. Mientras, el último de ellos –actitud ante la medicación- aglutina un conjunto de afirmaciones para comprobar cuál es la aceptación del paciente ante el tratamiento.
Además de todas estas notificaciones, el paciente tiene la oportunidad, en caso de que esté sufriendo una crisis, de mandar un aviso al médico informando de su estado de excepción mediante un botón de solicitud de contacto urgente.
Validación y siguientes pasos
El sistema ha sido evaluado durante dos meses en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico de Valencia, en una prueba piloto en la que participaron un paciente y dos médicos del centro hospitalario. Según apunta la dra. María José Escartí, miembro del equipo médico de trabajo del proyecto e investigadora del CIBERSAM, “la aplicación me permitió conocer el estado clínico del paciente antes de que se presentara en la consulta y por tanto estar más preparada para tomar decisiones en cuanto a su tratamiento”.
El próximo objetivo de los investigadores es integrar en la historia clínica la información recogida.
Sobre la psicosis
La psicosis es una condición mental severa definida como una pérdida de contacto con la realidad. Los síntomas característicos de la psicosis son, por un lado, las alucinaciones, que corresponden a una percepción errónea e inconsciente del entorno, como la percepción de un proceso sensitivo en ausencia de una causa externa, y por otro, los delirios, que corresponden a una interpretación errónea de la realidad y se manifiestan en forma de ideas y creencias falsas resistentes a la autocrítica por parte del paciente.
Los pacientes que reciben tratamiento antipsicótico por vía oral tienen una adherencia estimada de menos de un 60% y un 70% de los pacientes psicóticos abandona el tratamiento a los 6 meses de iniciarse. La tasa media de adherencia con medicación antipsicótica es de un 58%, con un rango variable desde el 24 al 90%.
El estudio CATIE llevado a cabo con enfermos esquizofrénicos subraya que éstos a menudo abandonan el tratamiento o no lo cumplen independientemente de la medicación que reciben, de modo que un 74% pacientes interrumpen el tratamiento antes de los 18 meses y un 40% de los pacientes interrumpen el tratamiento por voluntad propia.
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