El cáncer colorrectal (CCR) es la neoplasia más frecuente en España si se consideran conjuntamente hombres y mujeres, con una incidencia de 35.000 nuevos casos cada año. A pesar de ello, constituye uno de los tumores que más fácilmente se puede prevenir, dado que la mayoría de ellos se originan en lesiones premalignas –adenomas y pólipos serrados–. Además, en un porcentaje nada despreciable tiene un componente hereditario, lo cual permite establecer distintas estrategias dirigidas a identificar los individuos en riesgo de padecer esta neoplasia. Ampliar el conocimiento sobre este tipo de cáncer es el cometido de la Línea de Investigación en Cáncer Colorrectal y Programas de Cribado del CIBEREHD, que coordina Antoni Castells.
-¿Son eficaces las terapias actuales que se emplean en esta tipología de cáncer?
-En los últimos años ha habido importantes avances en el tratamiento de esta enfermedad, tanto desde el punto de vista quirúrgico como en relación con la quimioterapia la radioterapia. Todo ello se ha traducido en una reducción significativa de la mortalidad asociada, que en la actualidad es inferior al 45% a los 5 años del diagnóstico, de manera global.
-¿Es una tipología de cáncer donde pesa más la genética que otros factores?
-Del 2 al 4% de casos corresponden a formas hereditarias de CCR, entre las que se incluyen el síndrome de Lynch y las distintas poliposis colorrectales. Además, en un porcentaje que alcanza un 25% adicional, existen antecedentes familiares de este cáncer.
-¿Cuáles son los principales factores de riesgo relacionados con el medio ambiente o el estilo de vida implicados en el desarrollo de este tipo de cáncer?
-Los factores ambientales que incrementan el riesgo de padecer este cáncer son la ingesta de carne roja y procesada, la obesidad, el sedentarismo y el tabaco.
-¿Cuál está siendo la aportación del CIBEREHD al conocimiento de las formas hereditarias de CCR y de nuevos factores de susceptibilidad genética a este tipo de neoplasia?
-Las aportaciones del CIBEREHD, tanto de nuestro grupo como del grupo del Dr. Bujanda, han contribuido notablemente a mejorar las estrategias de identificación del síndrome de Lynch, que es la principal causa de CCR hereditario, fundamentalmente a través del cribado universal de esta forma mediante inmunohistoquímica de las proteínas reparadoras de los errores de replicación del ADN en muestras del tumor.
-¿Cuál es la importancia del trabajo que se desarrolla dentro del consorcio COGENT y qué papel juega el CIBEREHD en este consorcio?
-Una de las líneas más productivas de nuestro grupo es la liderada por el Dr. Sergi Castellví-Bel, dirigida a la identificación de variantes de susceptibilidad asociadas al desarrollo del CCR. Para ello es necesario un número muy elevado de pacientes y controles sanos, los cuales son evaluados mediante técnicas de alto rendimiento (genome-wide association studies, y whole-genome o exome-sequencing). Ello no sería posible si no se efectuara una aproximación cooperativa, como la que permite el CIBEREHD y su integración en el consorcio europeo COGENT, el cual reúne a los grupos líderes en Europa. Dentro de este consorcio, el Dr. Castellví-Bel lidera una iniciativa COST.
-¿Se está avanzando en nuestro país hacia estrategias centradas en la prevención y la detección precoz que resulten efectivas?
-Sin duda. En el momento actual, la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas dispone de programas de cribado de cáncer colorrectal mediante detección de sangre oculta en heces por métodos inmunoquímicos. Esta aproximación es la más efectiva y fácil de implementar en el contexto de un programa organizado de base poblacional.
-¿Cómo deben plantearse las estrategias de cribado del cáncer colorrectal?
-Las pruebas de detección de sangre oculta en heces mencionadas anteriormente corresponden a la realidad actual. No obstante, es necesario continuar investigando nuevos métodos no invasivos, fáciles de realizar, más sensibles y más específicos para la detección de lesiones precursoras –principalmente adenomas– y lesiones serradas avanzadas, y cánceres en fases iniciales de su desarrollo. La utilización de biomarcadores en heces o en sangre es, sin duda, una de las aproximaciones más novedosas y más prometedoras, y constituye uno de los proyectos transversales del CIBEREHD.
-¿Cuál es la aportación de su grupo al estudio COLONPREV?
-El estudio COLONPREV es el primer estudio a nivel mundial que compara el rendimiento de la detección de sangre oculta en heces y el de la colonoscopia para el cribado del cáncer colorrectal en población de riesgo medio (hombres y mujeres mayores de 50 años, sin antecedentes personales ni familiares de esta neoplasia). Los resultados correspondientes a la primera ronda de cribado fueron publicados hace tres años en The New England Journal of Medicine, y esperamos tener los resultados finales (impacto sobre supervivencia) en el año 2021.
-¿Cuánto se ha avanzado en el conocimiento de los mecanismos oncogénicos en este tipo de cáncer?
-Nunca se sabe lo suficiente. Pero, sin duda, en los últimos años se ha avanzado substancialmente y, en la actualidad, es posible efectuar clasificaciones del cáncer colorrectal en base a sus características moleculares. Ello se traduce en una aproximación mucho más racional en el tratamiento de estos pacientes.
-¿Podemos prever la respuesta del paciente a los distintos tratamientos?
-En el momento actual, ya se puede predecir la respuesta a determinados fármacos en base al perfil molecular del tumor (presencia de mutaciones en el gen KRAS o BRAF, o inestabilidad de microsatélites). En los próximos años, la selección del tratamiento probablemente se efectuará en función de paneles que incluyen múltiples genes.
-En cuanto al cáncer de páncreas, parece que la efectividad de las terapias no avanza al mismo ritmo que en otros tipos de cáncer, ¿a qué se debe que no haya podido atajarse su mal pronóstico?
-Es cierto. El pronóstico de los pacientes con cáncer de páncreas continúa siendo sumamente malo. Ninguno de los tratamientos actualmente disponibles permite alcanzar incrementos clínicamente significativos en la supervivencia o supervivencia libre de enfermedad. Incluso los resultados obtenidos tras la cirugía, en los pocos casos susceptibles de este tratamiento, son decepcionantes. Las razones de este mal pronóstico son diversas, tanto biológicas como anatómicas, lo cual obliga a intentar establecer nuevas estrategias de diagnóstico precoz, al menos en los grupos de riesgo, e identificar nuevas dianas terapéuticas.
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