Un nuevo trabajo de investigadores del CIBERESP del grupo de Investigación en Estadística, Econometría y Salud (GRECS) de la Universidad de Girona, ha evaluado las limitaciones metodológicas en estudios sobre los efectos de variables ambientales y socioeconómicas en la propagación de la COVID-19.
En el estudio, publicado en Environmental Sciences Europe, se realizó una revisión sistemática mediante búsquedas en las bases de datos PubMed, Web of Science y Scopus hasta el 31 de diciembre de 2020 donde se evaluó el riesgo de sesgo en seis dominios: sesgo de confusión, control de la población, control de la dependencia espacial y/o temporal, control de las no linealidades, errores de medida y modelo estadístico no apropiado.
“Si bien numerosos estudios han evaluado los efectos de las variables ambientales (variables meteorológicas y contaminantes atmosféricos) y de factores socioeconómicas sobre la propagación de la pandemia de la COVID-19, muchos de ellos, sin embargo, tienen importantes limitaciones metodológicas y errores que podrían cuestionar sus resultados” explica Marc Saez, jefe de grupo del CIBERESP en la Universidad de Girona.
Para realizar la revisión, se excluyeron, en primer lugar, aquellos estudios que no abordaban SARS-CoV-2 o COVID-19, los preprints, los comentarios, los artículos de opinión o puramente narrativos, las revisiones y las revisiones sistemáticas. A continuación, de entre los artículos elegibles, los autores excluyeron los artículos que eran puramente descriptivos y aquellos que no incluían ningún tipo de modelo de regresión.
“De los 5.631 resúmenes inicialmente identificados, nos quedamos con 132 estudios sobre los que realizar la síntesis cualitativa, de los cuales evaluamos el 63,64% de los estudios como de ‘alto riesgo’ de sesgo, el 19,70% como de ‘riesgo moderado’ y el 16,67% como de ‘riesgo bajo’” explica Marc Saez.
Respecto a las herramientas de evaluación utilizadas en este trabajo, los autores apuntan que habituales para los estudios observacionales no fueron del todo adecuadas para evaluar el riesgo de sesgo de los estudios revisados y se adaptó la herramienta propuesta por Parmar et al. (2016) quienes, a su vez, adaptaron la escala Newcastle-Ottawa y el banco de ítems RTI.
Tras esta revisión, los autores apuntan que no se puede concluir que las condiciones climáticas del verano estuviesen asociadas a un efecto modulador en la propagación de la pandemia de la COVID-19 (es decir, una temperatura alta y una baja humedad podrían reducir la tasa de transmisión del virus). “De hecho, no encontramos un comportamiento sistemático en los estudios revisados (evaluados como de riesgo moderado o bajo), por lo que la atenuación mostrada por algunos de ellos podría ser consecuencia en realidad de un ajuste inadecuado” explica María Antonia Barceló Rado, investigadora del grupo GRECS del CIBERESP-Universidad de Girona y coautora del artículo.
Por el contrario, tal y como indican los resultados de este trabajo como de otras revisiones, existe una asociación entre la exposición a contaminantes atmosféricos particularmente a largo plazo y los resultados de la COVID-19. Tal y como indica el investigador “se ha planteado la hipótesis que podrían existir posibles mecanismos biológicos que podrían explicar la asociación entre contaminantes atmosféricos e infecciones virales respiratorias.
Así, los efectos de la exposición a contaminantes atmosféricos se producirían no tanto en la transmisión o incidencia sino en el agravamiento de la enfermedad (hospitalización, ingresos en UCI, mortalidad) y en un peor pronóstico de los pacientes con COVID-19. “El problema es que, en el caso de los contaminantes, todos los estudios que hemos revisado son ecológicos, por lo que esta hipótesis no puede ser contrastada” explican los autores. Por eso, añaden, “creemos, que los contaminantes en realidad han intermediado en el efecto de otras variables, como la movilidad de los residentes y varias condiciones socioeconómicas (alta densidad de población, viviendas precarias, uso del transporte público, ocupaciones en las que no es posible el teletrabajo, etc.) que facilitan el contacto social”.
Los investigadores del CIBERESP encontraron una consistencia en los efectos de las variables socioeconómicas en los resultados de la COVID-19 solo en estudios individuales y en indicadores también a nivel individual (etnia, particularmente ser negro, educación, etc.). “A nivel individual, peores condiciones socioeconómicas implican peores resultados” subraya el jefe de grupo.
“Como en el caso de los contaminantes, el efecto, si existe, sería indirecto: unas peores condiciones socioeconómicas estarían asociadas, por un lado, a un mayor contacto social, lo que afectaría la transmisión del virus y la incidencia de la COVID-19 y, por otro, a un mayor número de comorbilidades y mayores dificultades para acceder a la atención sanitaria, lo que afectaría a un peor pronóstico de la enfermedad” explica. El investigador añade también que, además, las peores condiciones socioeconómicas podrían estar relacionadas tanto con una exposición diferencial a la contaminación del aire como con una susceptibilidad diferencial a sus efectos (es decir, modificación del efecto).
Los autores concluyen que todos los estudios que se revisaron tenían, en mayor o menor medida, limitaciones metodológicas, que impiden sacar conclusiones sobre los efectos de variables ambientales (meteorológicas y contaminantes) y factores socioeconómicos sobre incidencia, hospitalización, ingresos en UCI y mortalidad por COVID-19. Sin embargo, argumentan que los efectos de estas variables, de existir, serían indirectos, en función de su relación con el contacto social.
Los investigadores destacan, entre las principales limitaciones metodológicas,: los errores de medida, incluida la mala clasificación (90 de 132 estudios, 68,19%), falta de control de las dependencias espacial y temporal (80 estudios, 60,61%), utilización de modelos estadísticos inapropiados (77 estudios, 58,33%), falta de control de la no linealidad (73 estudios, 55,30%), falta de control de la población (53 estudios, 40,15%) y la existencia del sesgo de confusión (47 estudios, 35,61%).
En cualquier caso, apunta el investigador, “la estimación de los efectos de las variables ambientales y socioeconómicas requiere el uso de estudios con un diseño individual y el control de las limitaciones metodológicas, entre ellas, una estimación de la exposición a nivel del individuo libre de sesgos (sesgo de clasificación no diferencial, inexistencia de desalineación espacio-temporal, etc.)”.
Artículo de referencia
Barceló MA, Saez M. Methodological limitations in studies assessing the effects of environmental and socioeconomic variables on the spread of COVID-19. A systematic review. Environmental Sciences Europe 2021; 33:108. doi: 10.1186/s12302-021-00550-7.
Marc Saez Zafra, Maria Antònia Barceló Rado, CIBERESP. Grupo CB06/02/1002 y Grupo de Investigación en Estadística, Econometría y Salud (GRECS), Universidad de Girona
Este trabajo, parcialmente financiado por el Fondo SUPERA COVID19, de SAUN: Santander Universidades y CRUE; y por el programa ‘COVID-19 Competitive Grant’ de Pfizer Global Medical Grants, se realizó dentro del subprograma ‘Cohort-Real World Data’ del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).